miércoles, 15 de diciembre de 2010

EL PEQUEÑO SALVAJE

El pequeño salvaje hace referencia a casi cualquier alumno de la  ESO. Pero también a una extraordinaria película de Francois Truffaut.
La historia está basada en hechos reales. Un niño-lobo que se encontró, allá por 1798, en la región francesa de Aveirón.
Actualmente hay en cartelera una película, Entre lobos creo que se llama, que con alguna similitud y con bastantes disimilitudes trata el mismo tema. El abandono de un niño, en este caso chico, en el monte y su posterior crianza entre animales.
Pero volvamos a la película. Quiero resaltar dos aspectos importantes de la misma: la parquedad visual y el excelente uso del lenguaje.
La película es poesía en movimiento. Imágenes que huyen del expresionismo, nada en la escena es añadido. Lenguaje preciso, riguroso y delicado. Y una música, compuesta por Vivaldi, que acompaña cada escena y cada palabra, creando el envoltorio adecuado para ellas.
Tuffaut nos enseña que el cine es historia, es lenguaje, es música, es silencio y es emoción. Y para todo lo anterior no se necesita dinero. Sí talento.
Cuando oigo a los cineastas quejarse de la falta de subvenciones. O de que en el cine español sobra talento y falta dinero, o…sólo se me ocurre una cosa. Por favor vean El pequeño salvaje. Creo que ya no tengo nada más que decir.

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