viernes, 12 de noviembre de 2010

EL BLOG DE UN AMIGO

Acabo de entrar en el blog de un amigo. Lo suelo visitar una vez a la semana. Dada la distancia kilométrica que nos separa, es la forma más rápida que tengo de acceder a él y a sus ideas.
Es un blog de prosa cuidada e ideas afiladas. Su lectura no suele defraudar. Al único que quizá no le haga bien es a mi maltrecho ego, enseguida se da cuenta de sus limitaciones intelectuales, pero eso es otra historia.
Sé que mi amigo puede acertar o se puede equivocar, aunque sus conocimientos son vastos, no son oceánicos, siempre hay un pequeño estrecho de Magallanes que se escapa a su saber. Pero también sé que su  honestidad intelectual, el que se acerque al blog con asiduidad también lo sabrá, está por encima de cualquier interés personal, profesional, o de cualquier otra índole. Sí mi amigo escribe algo en el blog es porque realmente cree que es así, porque sus lecturas, que suelen ser ingentes, así se lo hacen creer. Repito, aún así se puede equivocar. Pero es que, incluso equivocándose, es una delicia leerlo. Sus equivocaciones están bañadas por el halo de una cuidada y reposada prosa, por eso hasta éstas tienen algo de verdad. Ya saben, la belleza suele ser verdad.
Les digo todo lo anterior, aunque más bien se lo digo a él, porque he visto que en su blog aparece un comentario deleznable realizado sobre su persona. Alguien, sin conocerlo, lo ha llamado estúpido. Por el simple hecho de no estar de acuerdo con las opiniones vertidas por mi amigo sobre un asunto puntual.
¡Cuánto lamento que se produzcan este tipo de incidentes! ¿Es necesario atacar a la persona para defender una opinión? ¿Es justo utilizar argumentos ad hominen para defender los de uno? ¿Es...? Son muchas las preguntas que se me ocurren y ninguna la respuesta.
Desde aquí vaya mi censura a ese tipo de actitudes y mi apoyo a mi amigo. Lo hago por él, pero también lo hago por mí. Sin sus artículos y sin su pluma, mi tarde de viernes sería otra muy diferente. Mucho más prosaica y aburrida. Su blog ya forma parte del encanto de la red. Por favor, no lapidemos su ánimo con comentarios soeces y fuera de lugar. Ni el suyo ni el de nadie. No tenemos derecho.
Viva la cultura y viva el respeto.
PD: Y viva mi amigo.  

1 comentario:

  1. Apelo a palabras sagradas: Stultorum infinitus est numerus. Lo dice La Biblia y el comentario al que aludes lo corrobora. No hay más que decir al respecto.

    Por lo demás, gracias por las flores. ¡Y viva también Ariel Elea!

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